**Periodismo interpretativo y de opinión gracias a la pluma de Cedric Sánchez (@sancheztweets), mi buen amigo periodista expatrié (il aime être appelé comme ça), cuya observación sobre la reciente liberación de dos periodistas franceses interesa a todos quienes pensamos ejercer esta profesión.**
Enjoy:
Esta semana ha sido una de muchas noticias para Francia, algo no tan habitual en una época del año en la que todos esperan la llegada del verano y la diversión que le acompaña.
Piden la liberación de Stéphane Taponier y Hervé Ghesquière - liberation.fr
La ministra de Economía, Christine Lagarde, fue nombrada jefe del FMI, Dominique Strauss-Kahn (ex-director de esa institución) fue liberado en la espera de su juicio por agresión sexual y se rumorea que podría candidatear a las primarias presidenciales del Partido socialista. Además, se nombraron a nuevos ministros y, finalmente, el presidente Nicolas Sarkozy fue levemente agredido durante una visita presidencial. Estas noticias, por el impacto global que tienen estos personajes, fueron ampliamente difundidas y comentadas en el mundo.
Pero la noticia que quizás más efecto emocional haya tenido en la población francesa ocurrió el miércoles en la provincia de Kapisa, en Afganistán, una de las más afectadas por la guerra que enfrentan desde hace casi 10 años Estados Unidos y las fuerzas oficiales afganas —con sus aliados occidentales— contra los insurgentes talibanes de ese país.
Desde el 29 de diciembre del 2009, Stéphane Taponier y Hervé Ghesquière, dos periodistas franceses, fueron tomados como rehenes por un grupo de guerrilleros talibanes. Su liberación esta semana, tras tantas falsas esperanzas, llegó como una de esas “buenas” noticias de las que tanto se habla por su ausencia de los noticieros en la patria de Voltaire.
Pregunte por las calles de Bordeaux, Lille o Bourg-la-Reine quiénes son Stéphane Taponier y Hervé Ghesquière y serán pocos los que le dejen sin respuesta. Los dos salieron de Francia como periodistas anónimos y ahora vuelven como figuras casi icónicas de las víctimas colaterales de una guerra que se alarga cada día más. ¿Por qué llegaron a ese nivel de fama nacional? No es raro que los periodistas rehenes en zona de guerra sean mediatizados, como lo demuestran los casos en Irak del estadounidense Daniel Pearl o de los franceses Florence Aubenas, Christian Chesnot y Georges Malbrunot.
Daniel Pearl, tomado como rehén en Irak - rockingfundas.com
Al principio era otra situación totalmente distinta. France Télévisions comunicó la desaparición de la dupla y de sus acompañantes afganos enseguida, pero sin mostrar rostros ni dar nombres. Se mantuvieron en una posición ambigua entre mediatizar el asunto para llevar al gobierno a la acción o mantener cierta discreción para no complicar las negociaciones.
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