El acoso sexual callejero, la inevitable Magaly Solier y por qué todos andamos confundidos


¿Clavos y tijeras para todas? ¿Ahora tenemos que ir a llorar a la tele para defender eso que llamamos pudor? Veamos, pues.

Afiche de la PCM sobre el acoso sexual callejero

¿Campaña del Ministerio de la Mujer o un simple post en su página de Facebook?

No es algo a lo que debamos acostumbrarnos, pero para muchas funciona así: una silbadita, una miradita, una rozadita, un “qué tal culazo”; y para qué fastidiarse, por Dios, si siempre es así y tu mamá te ha dicho que no hagas caso. Bueno, varón, años de años de estas “anécdotas” cansan y ya a una le da ganas de tener clavos, agujas y tijeras en la cartera… Algo como lo que Ana Jara, ministra de Trabajo, aconsejó a sus congéneres para protegerse de la frase del mes: acoso sexual callejero.

Entonces eso quiere decir que a la mujer peruana nadie la defiende, pues, ¿no? Porque claro, si vas a tener que cargar armas blancas en tu cartera, debe ser que estamos en una película western sin Clint Eastwood que dé la cara por ti, así:

Carmen Omonte, sucesora de Ana Jara en el Ministerio de la Mujer, le hizo el pare a esta lógica, pero dijo algo que me dejó más confundida: vamos a crear un proyecto de ley que castigue el acoso sexual callejero con penas de hasta tres años de cárcel.

O sea, ¿todos a la cana por dar piropitos? No, todos a la cana por cometer actos contrarios al pudor. Qué, ¿crees que el pudor es #cualquiercosa? Sin embargo, antes de que Omonte propusiera la solución (¿?) mágica a este problema, siempre había pensado que eso ya estaba “normado”, o sea, que el Artículo 176º del Código Penal incluía el acoso sexual en donde sea, y que el verdadero defecto es que era letra muerta:

El que sin propósito de practicar el acto sexual u otro análogo, con violencia o grave amenaza, comete un acto contrario al pudor de una persona, será reprimido con pena privativa de libertad no mayor a tres años.

Esta es una cita del Código Penal que yo conocía. Pues, para mí, en mi mundo no abogadil, eso es lo que Omonte quiere hacer. ¿Por qué, si ya está hecho? #AQueNoSabías, pero en el 2006 se aprobó una ley que modificaba varios artículos relacionados a la violación de la libertad sexual; entre ellos, el 176º. Hoy, solo quienes nos obliguen a toquetear a otros o a nosotros mismos se pueden ir a la cárcel entre tres y cinco años. O sea, si me meten la mano al poto en la calle, esto no aplica: WTF? ¿Por qué este cambio?

Aparte de las lágrimas de Magaly Solier, que me parecieron completamente innecesarias a pesar de que su reclamo era justo, ¿en qué momento el acoso sexual dejó de ser delito solo porque sucede en la calle? ¿Por qué nadie habla de esto como un problema de salud pública? (a menos que creas que afecta “solo” a las mujeres). Muchos hablan de la educación como remedio más efectivo, pero ¿cuántos consultorios psicológicos hay en los colegios públicos de este país? Ninguno (bueno, no en mi época, al menos). ¿Cuántas niñas y mujeres hoy conocen plenamente la legislación peruana relacionada a la libertad sexual y el pudor? ¿A cuántos de nosotros nos han enseñado lo que es ser «persona» y todo lo que eso significa?

Hasta ahora ni el Ministerio del Interior, que vela (#yapues) por el orden público, ni el Ministerio de Salud, que debería reforzar la legislación en torno a los trastornos mentales, dicen ni pío al respecto. Como nuestra ilustre historia lo demuestra, las respuestas populistas y el ver rodar cabezas (o penes, en este caso) será lo más satisfactorio que obtendremos. Así que, por ahora, parece que seguiremos confundidos entre si lloramos, gritamos, ayudamos al prójimo, castramos al abusivo o le metemos clavo (guarda con la sangre). Queda a elección de cada una (o). Welcome to wild Peru.

Memorias: Cuando ingresé a la universidad…


En julio pasado terminé lo que inicié hace siete años. Leyeron bien: s-i-e-t-e años. El mundo real no te hace las cosas tan fáciles como te lo imaginas a los 17, y entre esas cosas está la universidad.

(Ya) no me quejo, la verdad. La disfruté, la odié y le guardo cariño: algo así como un ex con el que pudo ser pero no fue y, bueno, igual hoy eres feliz y aprendiste harto. Así que hace unas horas tuve una epifanía (exagero, pero por ahí va). Estuve leyendo varias cosas sobre la OPI de Twitter en mi smartphone camino a una reunión y me dije: «¿Qué coño estaría haciendo hoy si no fuera por mi smartphone y mi curiosidad por Twitter como empresa?»

Y no sé por qué, pero me acordé de algunas cosas que en el 2006 no existían (o que no sabía que existían), que vi por primera vez y otras más que ya dejaron de existir desde entonces. Aquí vamos:

(mercadolibre.com.ar)

(mercadolibre.com.ar)

Cuando ingresé a la universidad…

1. El dólar estaba como a S/. 3.20. Y un año después aún no bajaba de S/. 3. Ahí tuve mi primer empleo (en dólares). Era un mundo feliz.

2. Los BlackBerry eran la voz y nunca imaginé que podría comprarme uno. Nadie concebía lo que sería Android.

3. Samsung era una marca que conocía solo por sus electrodomésticos.

4. No había Facebook ni Twitter y todos mis amiguitos usaban Messenger y Hi5.

5. Gmail era muy «elite» (/ɪˈliːt eɪ-/) como para interesarme en abrir una cuenta.

6. Escuchaba La Ley y estaba saliendo de mi onda punk peruano Inyectores-Diazepunk y empezaba a conocer La Sarita. Me enamoré de Tool (1990) y A Perfect Circle (1999). Yellowcard, Panic at the Disco, My Chemical Romance eran nombres que sonaban en MTV (creo que aún veía MTV).

7. Mi primer trabajo de argumentación tenía que ver con el etnocacerismo y cómo Ollanta nunca llegaría a ser presidente con esa «ideología».

8. La «cultura chicha» era el tema central de debate en mi clase de Sociología. Fuera de clase era el Mundial en Alemania.

9. No tenía edad para votar. No entendía por qué Alan García eran tan aclamado.

10. Nadie hablaba nada sobre cosas ‘2.0’ ni social media. 

11. Tenía un blog que se llamaba En touchant les mots en Blogspot donde escribía textos larguísimos con más boludeces pseudoliterarias de las que se podrían imaginar jamás : )

12. Work and Travel era la fuente de primer trabajo más popular entre mis amiguitos (aunque yo no tenía plata ni para la visa).

13. Usé una Mac por primera vez. Los iPods eran enormes, aún se usaban los diskettes e Internet Explorer era todo lo que había (y nos encantaba).

Para cerrar, el primer video viral de  la época (según yo): EDGAR CAE AL AGUA. ¿Se acuerdan?

Canas everywhere


— ¿Te salió arriba o abajo?

— ¿Cómo que abajo? ¡Arriba pues!

— Dicen que ahí sale a los 50. Cuando eso me pase, me disparo en la sien.

(serafinosays.com)

(serafinosays.com)

Tras cinco horas del sueño más rico del año, entre las 8 de la noche y casi las 2 de la mañana, descubro mi primera cana de toda la vida. Larguísima, carajo. La puntita aún no estaba completamente teñida de blanco, pero eso era, una cana. Escandalizada, hice lo que cualquier persona en su sano juicio haría: postear en Facebook.

Pero como yo no tengo el juicio tan ajustado para esta épocas de social sharing (no le anuncio al mundo que mis días son buenos o malos cada dos horas), acudí a una amiga. Por WhatsApp, le di la mala noticia. «Ptm, es el fin. Me acabo de sacar una C A N A» (caritas llorosas).

Ella, tan experimentada -aunque realmente no lo es tanto-, se burla de mí y me dice: todos tienen canas. Yo tengo canas, fulanita las tiene, menganita tiene aún más.

Lo entiendo… Okay. No, miento. Mi bisabuela, a la que conocí prácticamente en su lecho de muerte (RIP), tenía como 90 años y su cabello era negro. NEGRO, por el amor de Dios.

En fin. Traté de explicarle que eso no tenía por qué estar en mis genes. «En mi familia las mujeres tienen canas cuando van llegando a los 30». «Pero también es el estrés, la alimentación, etc.», me dice mi amiga, quien -por si las dudas- es algunos meses menor que yo.

Me recomienda que acepte mi cana, la nutra y la críe. No, no tengo instinto maternal aún.

Teorías
Me pregunto si algo tendrá que ver esas 24 horas, previas a mi descubrimiento, en las que estuve despierta a punta de cafés y Red Bull (esa basura a veces me da alas). Las seis horas que debí dormir las usé para escribir como una desquiciada -al borde del aneurisma- justificando un proyecto que me garantice el egreso universitario.

Tal vez fueron muchas amanecidas. Siete años de mal sueño tienen que pasarte factura. Porque, aparte, ha sido «mal sueño» del rico y del feo, del que te toneas a morir y del que solo tienes cantidades exhorbiantes de cafeína en la sangre, una pantalla con teclado y tu cabeza (en guerra contra el tiempo).

¿Habrá sido el engaño del novio que fue, la decepción del que pudo ser o la ansiedad por el que jamás lo será? Ñam, tal vez es por las tres cosas.

No. Debe ser el trabajo… O los trabajos. Si algo de millennial tengo es eso: demasiados trabajos en un corto tiempo. Un privilegio que ahora ya parece más algo merecido (y no solo porque pronto tendré el cartón en la mano).

Retomo el diálogo del inicio. Un amigo me dice que se daría un disparo en la sien el día que tenga canas púbicas. Reflexiono. Hey, a las miles de décadas, no puede ser tan malo. «A los 50 años -le dije- creo que ya es justo tenerlas».

Así, a las 2:30 de la mañana, después de lavarme los dientes y ponerme una pijama abrigadora, me arranco mi delatadora cana. A seguir durmiendo todo lo que pueda. Tal vez mi cabello no se dé cuenta de que el tiempo pasa si no abro tanto los ojos.

«Ahhhh ya qué chucha», me dije antes de cerrar los ojos (de nuevo). Lo que sí creo, porque algo anticuada soy, es que las seguiré arrancando mientras pueda. Sorry folículos pilosos. My bad.

Eurotrip (I): World Business Dialogue in Köln


First trip out of South America. I don’t speak any German, but Cologne didn’t care about it 🙂

16th WBD-Universität zu Köln

There I was in a weather that was probably near -2 degrees Celsius, after having stayed one day in Madrid, where it was definitely warmer. Cologne (or Köln for the Germans) said «Hi» to me on March 11th, and I just couldn’t wait to get to my hostel, unpack some stuff and get to know this city a little bit better.

The 16th World Business Dialogue is the largest student-run business convention that aims to connect 300 international students to 60 high-profile personalities and industry leaders. It met my expectations, yes Sir.

For four days, Cologne was just the perfect city to me. It snowed (first time I had ever seen it) and my feet maybe got frostbitten at some point (just kidding), but it was still awesome.

University of Cologne

New business strategies

It was somewhat interesting to be in the strongest European economy, discussing how to come up with new ways to prevent the world from going on financial crisis again. Some people might say that’s even a little mean, given Cyprus’s situation and all the many issues still unsolved in the euro zone.

I can’t really say if the 300 students that were there will change the world, but they were all so outstanding and incredibly committed to their own organizations and professional fields that I felt there was still hope for whatever is left of our current economy and business models.

But the thing that surprised me the most was the way we all got along so well. Take Pakistan, for example. Where in earth, if it wasn’t in Cologne, was I going to meet people from that country? Because believe me, my chances of ever going to Pakistan are just as small as ever seeing snow in Lima (where that will never happen because it’s a coast-based territory).

Don’t take me wrong. I would love to travel that far, but it is so unlikely to ever find the time and money to do so. Then again, I met all these cool people –from around 20 different countries– that I have now reconsidered what «far» means and how worth it is to reach it. But I’ll go back to this in a few lines later.

Going back to the subtitle of this post, what are the new business strategies about? Here’s my conclusion:

Yes, things are not right. Do we change it all in one day? No. What’s the right pace, then? Understanding new realities and becoming aware of what is working and what is not in business will probably give us a hint of where to start changing our behavior, to strive for that «better world».

The strategies for a more efficient, fulfilling and fair business model entail not only the minds of the experienced, but the guts of the young. Sometimes the experienced forget that fresh ideas –especially coming from a generation exposed to the greatest amount of knowledge history has ever seen– can lead us to take a small step that may scale to a larger effect.

Well, I know what you might be thinking: so, no secret recipe here? No, and there will never be.

World Business Dialogue showed me that it is impossible to come up with one «right way» to do things, but if we could find the common spots in our personalities, world perspectives and cultures, then we can transfer all that to our impossible «right way» and turn in into multiple good ways to do things.

World’s huge

One last thing. «Far away» has gotten so relative to me now. Switzerland, Germany, Hong Kong, Russia, Taiwan, China, Japan, South Africa, Belarus, United States, Canada, India, Pakistan, Brazil, Austria, Indonesia… I’ve met absolutely inspiring people from these countries that you just can’t help wanting to visit them. Of course, I have to mention I also met other unique Peruvians that have now become my friends.

I always thought that «culture shock» experience I had read in books was a little bit exaggerated (very close to a BS category). It is so not. It changes you. This time, at least I believe it changed all of us at Universität zu Köln in a good way.

P.S.: Upcoming post, Eurotrip II, will describe and compare Cologne, Madrid, Paris and Lima. Don’t miss it out! In the meantime, you check my pics of 16th WBD in Cologne on my Flickr account  🙂

Friendship in a «connected» world


I never got to think about the friends I’ve made, let go and kept in my life until a couple of days ago. Here’s a glimpse of what making friends and keeping them means with all those things we’ve been led to believe are able to fill geographical distance. 

Foto: sadmuffin.net

sadmuffin.net

First things first. Truth is  this phrase is almost always a lie. It is cute when you are nine years old and say that to probably 10 people you think are your best friends. Now, 15 years later, there is only one person from that time I talk to (on her birthday and some other special occasions).

Some people say friendship is stronger than romantic love, the kind you feel for your significant other. My theory is that it depends on how you want to measure it:

Can you stop loving a friend like you can stop loving your boyfriend/girlfriend? Can friendship endure time and distance better than romantic relationships?

1. Digital era

If there’s something I’ll admit is that the Internet makes it easier to stay in touch with friends. Of course, it’s not like without Facebook friendship wouldn’t have survived the 21st century. I imagine My Space wouldn’t have gone bankruptcy, that’s it. But do social networks actually help strengthen friendship?

marketingeasy.net

A very good friend of mine left for the United States on Friday (to sort of settle there). Today I went on Facebook and realized I’ve talked to him more in two years (when I met him) than to other people I’ve met longer.

I saw a pattern in the group of people I stopped talking to on Facebook: I stopped talking to them/seeing them in real life. 

However, has it happened to you that one day, out of the blue, you start chatting with someone you haven’t seen nor talked to in years, but you end up having the most awesome conversation?

It breaks the closeness rule. Then you think, «why did we ever stopped talking?» Here, two things can happen: you either regain that friendship out of the chat window or just get excited for a moment and stop talking again.

So far, it all sounds normal, right? Yes, becoming friends with someone may be easy, but keeping them is a little harder, and neither Facebook or any other social networks may seem to make a difference if you just stop liking one person or having things in common.

I thought of one more question, though: how much has online communication changed our concept of friendship?

2. Real versus virtual

Let’s say you met someone and shared a significant amount of experiences that build friendship between you two. When either one of you have to leave the same geographical space, sure, you won’t see each other as much, but you will stay in touch through phone calls, WhatsApp, Viber, Facebook, Twitter, Gtalk, whatsoever… and you will continue to think of each other as «friends».

I definitely don’t think «friendship» means the same now that it did years ago, especially when you don’t need a recollection of experiences to continue calling people «friends». Not even telephones have had that much of an effect on people’s relationships as the Internet has. Even if you meet someone online, things get better when you become friends in real life (just like what happened with this person I mentioned at the beginning).

But then again, friendships do end even if you stay within the same geographical space. Actually, friendship is most likely to end when you don’t give each other enough space. Try moving out with a friend and see what happens. Putting an end to friendship can be even worse than breaking up with your boyfriend/girlfriend.

3. No conclusion

I really have nothing to conclude out of this. Friendship is more unstable than the majority of people believe. Just think about it. You can have a romantic relationship, a very intense one, for six months, one or two years. But how many friends do you make, leave or keep during that time?

When friends are away, online communication lets us be part of each other’s experiences, maybe a 10% of them. To keep friends, there has to be something that makes us think they’re worth it, and that «something» goes beyond any Internet connection. (Okay, I realized this is a conclusion. Let’s just leave it there).

Similar to this post:

El mundo smart

Breaking Up With A Friend Is Harder Than Breaking Up With A Significant Other (thoughtcatalog.com)

¿Pendientes para el 2013?


Todos los «años nuevos» parecen ser «esa oportunidad» para renovar nuestros votos con la vida. No sé si es un efecto publicitario o si realmente alguien puede dar testimonio de que así funciona. Aunque creo que a estas alturas ya poco importa comprobar qué tan verdadera esa esta premisa.

Los australianos sí que saben tonear.

Los australianos sí que saben tonear.

Imaginemos, entonces, que es lo suficientemente verosímil como para tener motivos de celebración y es la ocasión perfecta para morir ahogado en alcohol. Eso, obviamente, lo usaremos a nuestros favor para despertar al día siguiente en una pseudo metáfora de renacimiento.

2013, ven a nosotros y haz lo tuyo: danos la ilusión de que podemos renovarnos, con quienes aún nos soportan y a pesar de los que se fueron.

To the south, to the south, my time is running out… to the west, to the west, I haven’t got there yet.

Pero yo me la creo. Me la creo y con gusto porque es una bonita ilusión. Solo por eso, es bonita y a nadie le cae mal una gota de belleza en la vida de vez en cuando, ¿o no?

Mientras dure la burbuja de buenas vibras y optimismo, hoy se me dio por revisar un post de principios del 2012 y caí en la cuenta de que solo he hecho dos cosas: viajar a Cusco por segunda vez luego de 7 años y tener trabajo de nuevo. Todo lo demás queda «pendiente». Para los curiosos, les dejo el enlace al post. Sí, aún soy un work in progress que parece nunca acabar.

Así que este año todo será más fácil: dizque trataré de hacer lo que no hice el 2012 y punto. Gracias, deseos que aún no se vuelven realidad 😛

Los descubrimientos del 2102

Empecemos por la música. Algunas cosas en esta lista serán super obvias, pero lo siento, así soy a veces.

Creo que en noviembre descubrí a Elephanz (grupo francés que canta en inglés). Este cuarteto existe desde el 2008 y su falta de acento europeo despista a cualquiera.

Pero antes de ellos está Cake (y aquí viene el apanado, seguro). En el año que se fue me enteré que «Never there» es de este grupo californiano que tiene un trompetista genial y un bajista que alocó mis sacrosantos e ignorantes oídos. Ya me informaron que tienen muchos covers y que probablemente haya escuchado más de uno (como «I will survive»), aunque debo admitir que más me gusta «Sick of you».

cover_maximumcity_L2Ahora vayamos con los libros. Obviamente, todos los he leído hasta la mitad o máximo tres cuartos de sus páginas (soy de lo peor). Mumbai Maximum City, The Satanic Verses, The Committee of 300 y Gomorra marcaron el 2012 para mi cerebrito.

La portada de la izquierda es la edición que tengo. Es impresionante el parecido que una de las ciudades más pobladas del mundo puede tener con Lima. Los contrastes entre los barrios, el dilema del citadino residente en el extranjero que quiere dejar un legado cultural a su hijo, las ilusiones de quienes dejan una ciudad y que cuando regresan, hasta el nombre ha cambiado.

Sobre Gomorra, solo debo decir: qué manera de tener oraciones cortas y darle fluidez a un relato que, para colmo, trata sobre contrabando, modistos y flujos de exportación e importación. La frase que más recuerdo ahora va algo así: la mercadería tiene más libertad que los mismos seres humanos. Ah no, este libro sí lo termino como sea a fines de enero.

Creo que será justo terminar con temas periodísticos. Según se me vienen a la cabeza, estos son los temas que dizque conozco mejor:

La entrada en recesión de Europa, Perú y Chile en La Haya, el tan-nauseabundo casi-abismo fiscal de Estados Unidos, la división del Perú frente al proyecto Conga, el Facebook en la bolsa gringa, el enfrentamiento Iglesia-PUCP y el violento desalojo del mercado de La Parada.

¡Casi me olvido! Ojalá todos hayan celebrado como los de EnchufeTV, un canal ecuatoriano espectacular que conocí este año. Y para los que se quedaron más tranquilos, no worries, el 2013 llega para todos por igual.